jueves, 4 de abril de 2013

AUSENCIA


POEMA PARA IGNORAR TU AUSENCIA

Debería estar cómodo en este poema
ponerte tu mejor vestido,
tus zapatos mas altos,

la mirada aquella que solías usar para acabar con la tregua,
quizás una flor en el cabello
así como al comienzo de una primavera,
o tal vez cogerte una cola bien apretada
de ejecutiva a punto de mandar al paro
al ultimo trabajador honesto de su empresa.


Bragas por supuesto,
los tangas son tan ofensivos para mis ojos
como las camisas blancas en los entierros.
Las uñas de rojo y ningún perfume
que altere tu verdadero aroma,
si acaso, unas mínimas gotas de vainilla por el cuello
para orientarme cuando me pierda
en el laberinto de tu vientre.

No dirás te quiero en ni un solo verso,

al menos con la lengua,
podrás usar los ojos y la pelvis,
las manos, la cintura o los muslos,
usarme a mí también como prefieras.

Como barco a la deriva de tus ojos,

como un jersey que te pervierta el frío,
como mentira cruel o como sueño,
incluso como hombre si deseas
llegar antes a la cita del orgasmo.

Y en este poema serás mía 

y habrá huelga de taxis en las calles
y autobuses ciegos a tu paso.
Haremos el amor hasta que acabe
y luego volveremos a empezar,
serás abecedario y yo palabra,
seré perro de nadie y tu collar
seremos un plural interminable.

Un mar inmenso en la ventana del salón

nos desayunará cada mañana
y tomarás el sol desnuda en la terraza
y follaran de memoria los vecinos
las curvas peligrosas de tu cuerpo.
Seremos acróbatas de la encimera
en posturas que no existen todavía
mientras silba la olla express con disimulo
una canción que nos recuerde a nuestra infancia.

Y nunca más dirás adiós,

ni se harán maletas a lo Mary Poppins sobre la cama,
no existirá París ni un tal Yanick
borrará mi nombre de tu agenda,
mis apellidos de tu árbol genealógico.

Siempre significará siempre.
¿ Lo entiendes ?
Siempre,
como una condena.
Y no como una palabra usada
para eternizar un momento.
Y ahora mientras te despierto con un beso
y sonríes como aquella tarde en que el mundo,
se paró para nosotros en un beso
de cuarenta y cinco segundos.
Te propongo que te agarres a mi vida,
que no dejes mi destino a la intemperie
y de un salto te me subes por el cuello
y me abrazas diciendo dulcemente
que sí, que este es mi poema
y no puedes negarte.

Y cerramos el futuro bajo llave.


VISTO EN INTERNET.


AUSENCIA
ACRILICO SOBRE LIENZO
90*60


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